Edición de libros digitales infantiles en el mundo árabe: entrevista con Lina Said y Tamer Said (Kalimat)

19/07/2014 / Octavio Kulesz

La literatura infantil constituye un segmento muy dinámico de la industria del libro a escala global. Por cuestiones técnicas y comerciales, las editoriales que trabajan en este sector deben realizar un gran esfuerzo para mantenerse al día en temas digitales. Un caso interesante es Kalimat, proyecto fundado en Sharjah por Sheikha Bodour Al Qasimi. A continuación transcribimos nuestro diálogo con Lina Said –responsable de desarrollo de software de la empresa– y Tamer Said –director de desarrollo comercial. 

¿Qué es Kalimat?

Tamer: El grupo Kalimat es un joven conglomerado conformado por dos sellos. Lanzamos el primer sello Kalimat– hace siete años, con el objetivo de ofrecer al mercado editorial árabe los mejores libros en términos de contenidos, ilustraciones, diseño y producción, y con un foco especial en lo digital y en educación en lengua local. En estos siete años hemos logrado muchísimo; hemos sido seleccionados dos veces como editores del año por la Feria Internacional del Libro de Bologna, hemos sido finalistas del concurso al mejor editor de la Feria del Libro de Londres y hemos recibido una mención por uno de nuestros libros en el Bologna Ragazzi Award. También hemos ganado numerosas distinciones en el mundo árabe: la mayor parte de nuestras publicaciones están incluidas en listas de libros recomendados por las principales instituciones relacionadas con la literatura infantil.

 

 

Hace cuatro años, vimos que en nuestra región existía una falta de materiales educativos complementarios de alta calidad, en especial para estudiantes de lengua árabe. Así que decidimos desarrollar contenidos que pudieran ser utilizados en las escuelas. Comenzamos con un proyecto implementado en 34 escuelas durante un par de meses y luego realizamos una evaluación con sesiones conjuntas con los maestros y los alumnos; llevamos adelante encuestas y más evaluaciones, hasta que decidimos lanzar Horouf: un nuevo sello pensado para material educativo en lengua árabe.

Dado que la tecnología digital nos permite agregar más funcionalidades en los libros a precios convenientes y sin limitaciones en términos logísticos, hemos optado por invertir en tecnología propia. La idea es ofrecer en digital lo que no podemos dar en papel: no hemos creado una competencia entre ambos formatos. Buscamos sobre todo proporcionar una gran variedad, un mayor abanico de actividades y prácticas para todos.

¿Y cómo han abordado estas primeras exploraciones en el mundo digital? ¿Tenían alguna experiencia previa?

Tamer: Sí. Contábamos con la experiencia de Kalimat. Un tercio de las publicaciones del sello habían sido desarrolladas en formato e-book y apps. De modo que disponíamos de una buena formación en edición digital. También comenzamos a buscar especialistas, expertos en digital que comprendieran bien la tecnología. Sabíamos cuáles eran los requerimientos, en especial gracias al apoyo de mi colega Lina que hoy nos acompaña. Más tarde empezamos a contactar programadores que pudieran trabajar con nosotros y nos ayudaran a ofrecer materiales realmente únicos: en efecto, como editorial digital, no teníamos la posibilidad de realizar todo por nuestra cuenta, en especial en lo referido a los gráficos, las animaciones, las conversiones, el desarrollo tecnológico, los resguardos, las herramientas de monitoreo para los estudiantes, etc. Pero en cuanto a las grandes directivas, todo provino del equipo interno.

¿Horouf sería la aplicación para producir nuevos e-books?

Lina: En verdad se trata de algo diferente. La aplicación constituye el producto final. Contiene toda nuestra producción, pero esos libros han sido producidos por una herramienta que el equipo desarrolló para nosotros –una herramienta para elaborar historias interactivas. Para el contenido de Horouf y el modo en que queríamos producirlo para uso educativo, no encontrábamos una solución. Realizamos algunas muestras y estudiamos cuál era la mejor opción ofrecida por diferentes compañías. Y terminamos comprendiendo que necesitábamos un formato de escritura, porque esto no es sólo para entretenimiento: no queremos elaborar libros interactivas únicamente para que los niños se diviertan, sin un propósito educativo.

 

 

Enfrentábamos dos problemas que la herramienta de escritura finalmente solucionó: 1) el texto, dado que el texto en árabe tenía dificultades en EPUB por aquella época; 2) los gráficos, porque los libros infantiles llevan ilustraciones, colores, etc., y cada ilustrador tiene su propio estilo, de modo que resultaba difícil animarlos. Quizás en EPUB3 uno puede agregar video, pero esto sirve sobre todo para libros lineales: por ejemplo libros de geografía que llevan un video sobre geografía… Pero para los libros infantiles el tema es bien distinto: en nuestros stands de ferias del libro, mostramos tabletas con la aplicación Horouf para que los usuarios puedan experimentarla, y las reacciones de los adultos son diferentes respecto de aquellas de los niños. Los niños miran la aplicación a su modo. En general, los adultos tienen una cierta incomodidad respecto de la tecnología; son muy sistemáticos y quizás por acumulación de experiencias no hacen otra cosa que buscar el botón que debería llevarlos hacia otro lado. Pero los niños se sienten mucho más a gusto utilizando la aplicación, y sin ningún tipo de esfuerzo comienzan a probar todos los botones: en menos de un minuto se las arreglan para entender cómo está diseñada, estructurada, lo que quieren hacer…

¿Y quién toma la decisión de adquirir la aplicación? ¿Son los padres o el niño, a fin de cuentas?

Tamer: Es una pregunta muy difícil, por el modo en que difundimos la aplicación. Puesto que se trata de una herramienta con propósitos educativos, apuntamos a los maestros de escuela y a los ministerios de Educación. Respecto del comprador individual, sí, aún son el padre y la madre porque en última instancia son quienes pagarán por la licencia. Pero creo que los convencemos porque les mostramos cuán fácil sus niños interactúan con el contenido.

Según su experiencia, ¿qué cambios deberían ocurrir en términos de tecnologías, medios de pago, comunicación, para que la edición digital local se consolide?

Lina: La cuestión de los pagos es central. Pienso por ejemplo que las empresas de telecomunicaciones podrían cooperar y facilitar la tarea de vender libros a través de las operadoras. Disponer de más opciones serían muy positivo, porque a menudo resulta complicado para los padres y para los consumidores en general comprar el producto. Necesitamos ofrecer a nuestros clientes todas las opciones de pago y lograr que la compra resulte sencilla y accesible.

Octavio Kulesz

El autor

Octavio Kulesz is an Argentinian digital publisher and philosopher. In 2007 he founded Teseo, one of the first e-book publishing houses in Latin America. He is the author of the report “Digital Publishing in Developing Countries” (commissioned in 2011 by the Prince Claus Fund and the International Alliance of Independent Publishers), and a Unesco expert on the 2005 Convention.