Resulta mucho más complejo establecer un presupuesto estimativo para el libro digital que hacerlo para el libro papel. Con el objetivo de estudiar este tema en detalle, Gilles Colleu –integrante del Laboratorio digital de la Alianza– nos propone aquí una ficha práctica que compara cómo se reparten los costos en cada uno de estos dos modelos.
Cálculo “papel”:
El esquema de costos para un libro papel es aproximadamente el siguiente:
- Librería : 33% a 40%
- Promoción : 10% a 12%
- Distribución: 7% a 8%.
Así, alrededor del 55% se destina al área de comercialización.
- Producción: 12% a 20%
- Prensa, comunicación: 0% a 10%
- Autor: 6% a 12%
- Margen de explotación: lo que queda…
Con este margen, el editor deberá pagar sus gastos de estructura (alquiler, depósito, materiales, luz, teléfono, etc.) y de personal; el resto corresponderá a su beneficio. Si tomamos el ejemplo de un libro de 20 euros con impuestos incluidos [N. del T.: en Francia el libro tributa un IVA del 5,5%] y derechos de autor de 10%, el autor recibirá 20 / 1,055 x 0,1 = 1,896 € por cada ejemplar vendido.
Si la política de la editorial es pagar un anticipo, éste será calculado sobre la misma base, en función del tiraje (o de la expectativa de venta). Por ejemplo, si el editor estima que logrará vender 2000 ejemplares durante el primer año, puede fijar el adelanto en 50% de estas ventas, es decir en 1000 x 1,986 € = 1896 €, que en un acto de caballerosidad redondeará en 2000 €.
Sin embargo, no existe ninguna regla para la fijación de este adelanto: oscilará entre 0 y 3792 €, dependiendo del riesgo que el editor esté dispuesto a tomar, de su capacidad financiera y en especial de su relación con el autor. Por encima de esa cifra, nos hallaríamos frente a una gestión temeraria, o bien frente a una inversión de largo plazo (política de autor, comunicación, prestigio, etc.) que permite aumentar los riesgos.
Incluso si tenemos en cuenta los derechos derivados, los costos son fáciles de calcular para el caso del papel, gracias al precio único [N. del T.: como existe en Francia], a la experiencia acumulada, etc. No obstante, para el caso digital la cuestión es más compleja…
(Foto: Maximilian Schönherr, 2011)
Cálculo “digital”:
La comercialización
El libro digital puede venderse a través de plataformas de distribución muy diferentes. Las tasas son sumamente variables, dependiendo de si el editor posee una relación directa con la tienda o si pasa por un “mayorista” digital, de las dimensiones de la editorial, de los formatos, de los países donde la obra se venderá, etc. Por ejemplo, un editor que factura menos de 20.000 € con Amazon tendrá que conformarse con un descuento del 50% (!). Si su volumen de ventas es superior, el descuento será más favorable: las editoriales de mayor envergadura pueden llegar a obtener un descuento del 30%.
Para acceder a estas grandes plataformas, un editor independiente puede intentar firmar un contrato directo, pero a menudo la tarea resulta ardua y algunas de las plataformas terminan desalentando a los “pequeños” con descuentos disuasivos… Así, el editor puede pasar por un agregador, que desempeñará el rol de mayorista, o incluso aceptar las condiciones de su distribuidor, que en ocasiones ha firmado por sí mismo un convenio con los agregadores.
Por cierto, los distribuidores “papel” suelen proponer a los editores contratos de distribución digital; con frecuencia les ofrecen descuentos similares o incluso más altos que los del mundo impreso.
De esta manera, vemos una gran disparidad entre los editores, pues el descuento puede pasar de 28% a 55% según el tamaño.
Por otra parte, las plataformas de venta se localizan en países con tasas impositivas muy disímiles. Apple y Amazon operan desde Luxemburgo (IVA del 3%), Fnac en Francia (IVA 7%), Google en Irlanda (IVA 23%). Esto significa que para un mismo precio de venta, el margen del editor es inferior si se vende en Google Play que si se vende en Amazon.
Hay que notar además que en Francia el precio fijo se aplica de manera muy voluntarista, y es probable que a nivel europeo este principio resulte cuestionado. Lo mismo respecto del contrato de agencia, denunciado en Estados Unidos por el Ministerio de Justicia (DOJ), para gran pesar de los editores y gran alegría de Amazon…
Se lee por todas partes que lo digital debería costar menos, pero vemos que los costos de comercialización pueden acercarse bastante a aquellos del libro papel, algo que no es ajeno al hecho de que los grandes distribuidores mantienen una posición dominante. Podríamos suponer que sería necesario crear una plataforma más amigable y menos costosa para los editores independientes. Pero hasta el momento, los intentos realizados han sido muy decepcionantes, al menos desde el punto de vista comercial.
La producción
El discurso habitual se limita a decir que no cuesta nada producir un libro digital, pues aquí no consume ni papel ni impresión. En realidad esto es en parte falso, y tal vez aún más falso por los bajos tirajes que lamentablemente caracterizan a los editores independientes.
Para simplificar, podríamos considerar que el costo más importante de un tiraje corto son los gastos fijos: la pre-producción (armado, tratamiento de imágenes, etc.) y la puesta en marcha de las máquinas. Sin embargo, en digital los aspectos de pre-producción están igualmente presentes. Estos dos aspectos podrían considerarse poco significativos únicamente si se cumplen dos condiciones: que exista una edición papel simultánea a la edición digital y que sea la edición papel la que absorba los costos de pre-producción. Esta es la estrategia que muchos editores eligen, con el riesgo implícito de que los tirajes papel sigan disminuyendo: ello aumenta la porción de gastos fijos, arrastra el precio de venta al público en una espiral ascendente y provoca una caída en las ventas: bis repetita…
Así, si intentamos absorber una parte o incluso la totalidad de los gastos de pre-producción en la edición digital, nos percatamos de que los costos de establecer una edición de estas características no sólo son insignificantes sino que resultan difíciles de compensar con ventas aún muy débiles en este terreno.
Con todo, la conversión a digital del archivo correspondiente al diseño papel puede resultar muy económica si el editor se esforzó por trabajar en una lógica de publicación multi-formato y multi-soporte. Esto es posible con Indesign, QuarkXpress, Scribus. Pero por supuesto, el editor debe hacer un esfuerzo de capacitación. De lo contrario, la elaboración de los archivos no es tan sencilla, y resulta más realista acudir a un proveedor externo –al que habrá que pagarle, por supuesto.
Prensa y comunicación
También aquí, podríamos absorber la integralidad del presupuesto en el libro papel o bien repartirlo. Hay que notar que el trabajo de comunicación en redes sociales y blogs demanda mucho tiempo, y habrá que contabilizar esto en el presupuesto de cada libro.
¿Y el autor?
Como vemos, es bastante difícil fijar una remuneración para el autor: la base puede cambiar, cada venta puede generar un margen diferente, e indexar la remuneración a partir de un porcentaje del precio de venta sin impuestos –como ocurre con el papel– no tiene la misma legitimidad. Entonces se llega a un acuerdo provisorio: por el momento, la remuneración oscila entre el 15% y el 25%.
Otro parámetro importante a tener en cuenta es el hecho de que puesto que el precio de venta digital resulta a menudo más bajo que aquel del libro papel, la remuneración del autor suele ser, en volumen, inferior.
Ejemplo de cálculo:
En nuestro ejemplo anterior, el libro papel comercializado a 20 € con impuestos reportaba 1,896 € por ejemplar vendido. 1000 libros vendidos le reportaban entonces 1896 € brutos.
En digital, si fijamos el precio de venta con impuestos en 7 €, que parece un precio de mercado aceptable para los lectores, tendremos un precio sin impuestos que fluctuaría según las diferentes tiendas. Supongamos que se llega a un promedio de IVA de 10%: esto significa que el precio sin impuestos es 6,30 €. Y 20% de derechos de autor implicarían una remuneración de 1,26 € por ejemplar. Para 1000 ejemplares vendidos (y se trata de una cantidad bastante elevada para el sector en este momento), la remuneración del autor será de 1260 €.
En este mismo ejemplo, vemos que el margen del editor es de alrededor de 100 – 55 (eslabón comercial) – 10 (prensa) – 20 (autor) = 15% para el editor, es decir 0,945 € por ejemplar y 945 € para las 1000 ventas.
Lamentablemente, no es seguro que con esto el editor pueda pagar sus gastos de producción y de estructura…
Nosmel lizardi
Muchas Gracias por esta información