Actores locales y plataformas globales

04/02/2012 / Octavio Kulesz

LA EDICIÓN DIGITAL VISTA DESDE EL SUR

En 2011, la Alianza Internacional de Editores Independientes y la Fundación Prince Claus patrocinaron una investigación sobre la edición digital en los países en desarrollo, con un doble objetivo: por un lado, evaluar el impacto de las tecnologías sobre la industria del libro en esas regiones y, por el otro, establecer propuestas de acción pensadas para los editores locales.

Los resultados del trabajo pueden leerse en línea, a través de esta página. Como fruto de ese informe, desde enero de 2012 funciona el Lab, una unidad de experimentación y formación apoyada por la Alianza, la Fundación Prince Claus y la Organización Internacional de la Francofonía. Entre las diversas iniciativas del Lab figura la actualización de la cuenta @digisouth en Twitter, pensada para difundir las principales noticias referidas a la edición digital en los países en desarrollo: fusiones, desembarcos, movimientos sigilosos y tantas otras novedades que sugieren que la edición electrónica en el sur constituye un escenario de formidable dinamismo.

Mes a mes, ofreceremos entrevistas, artículos y resúmenes de las principales informaciones incluidas en la cuenta @digisouth. Invitamos a todos nuestros lectores a contactarnos por email o por Twitter para contribuir con nuevos datos y perspectivas.

A continuación, entonces, nuestra mirada sobre enero de 2012, un mes signado tanto por el crecimiento de los actores locales como por un cambio de táctica por parte de los jugadores internacionales. Es quizás temprano para evaluar el alcance de semejante giro estratégico, pero vale la pena interrogarse por sus posibles consecuencias.

Panoramas locales

Enero ha sido un mes pródigo en novedades provenientes de Brasil. A los informes que aseguran que hoy 6 de cada 10 habitantes brasileños forman parte de la clase media se suman los reportes que indican que en el país existe una elevada propensión a comprar a través de la web. Los eBooks muestran un desempeño interesante, tal como reconocen las editoriales y los agregadores autóctonos. En cuanto a la industria del hardware, algunas tabletas nacionales como la YPY de Positivo se convierten en dignos competidores contra los modelos extranjeros, gracias a su precio y a su adaptabilidad. El Estado brasileño, por su parte, sigue expresando interés en convertir al país en un centro mundial de producción de tabletas –fabricadas tanto por empresas domésticas como por firmas globales–, lo permite suponer que las noticias en este campo continuarán multiplicándose. Finalmente, la Cámara Brasileña del Libro (CBL) ha anunciado su intención de realizar su tercer congreso internacional del libro digital y otras iniciativas de capacitación, un indicio adicional de que el gigante latinoamericano aspira a posicionarse como hub de la edición electrónica regional.

Con respecto a África subsahariana, las noticias más fecundas han girado en torno al teléfono móvil, en sintonía con algunas de las tendencias que señalábamos en el informe de 2011. Gracias a la elevada penetración de la red celular a lo largo del continente, surgen actores que saltean la etapa de Internet fija y logran un notable grado de aceptación entre los clientes. Un ejemplo es la red social móvil Eskimi, originaria de Lituania, que en Nigeria cuenta con más de 2 millones de usuarios. La operadora Orange, además, ha dado a conocer su proyecto de distribuir artículos de Wikipedia a través de los teléfonos celulares. Por su lado, el dinero móvil –herramienta que a nuestro jucio resulta fundamental para la constitución de mercados digitales en los países en desarrollo– acelera su expansión en África y sigue un camino bastante atípico. Tal vez sean estas singularidades locales las que expliquen el hecho de que la banda ancha móvil sudafricana resulte más veloz que la estadounidense. Los emprendimientos del continente dan la impresión de alcanzar un mayor dinamismo cuando abandonan las soluciones del estilo deux ex machina y se deciden a tomar su contexto concreto como punto de partida. A nuestro juicio, esto puede explicar el éxito de los proyectos centrados en los teléfonos celulares y en otras herramientas informales o low tech.

En el mundo árabe, sigue resultando llamativa la falta de contenidos en lengua local. Sin embargo, algunos actores relativamente nuevos comienzan a consolidarse en el terreno de la edición y distribución de publicaciones electrónicas. Ya existen varias compañías que producen aplicaciones para iPhones y iPads, como Flagship, de Dubai, con su tienda Rufoof. Vale la pena aclarar que, en el mundo árabe, los gadgets de Apple son demasiado caros para las masas, lo que tal vez explique por qué los principales productores de apps se concentran en la zona del Golfo, de mayor poder adquisitivo. Además, en la región hallamos iniciativas relacionadas con la lectura del Corán y de textos tradicionales, como ocurre con la tableta eAlim EL1000, conocida como el “iPad del Islam”. Habrá que seguir prestando atención a estos jugadores hi tech, pero también a aquellos que –como en África subsahariana– apuestan por innovaciones low tech, en especial en esta época de efervescencia cultural y política.

Tal como observábamos en el informe de 2011, las formidables dimensiones del mercado indio han estimulado el surgimiento de gigantes de la venta online; en los últimos meses, la competencia entre jugadores autóctonos como Flipkart o Infibeam ha desencadenado una feroz guerra de precios que hace tambalear el circuito de librerías históricas. Al igual que en África subsahariana, los teléfonos celulares constituyen en India una plataforma crucial, al punto que el gobierno ha comenzado a subsidiar las conexiones en zonas rurales. Pero son quizás las tabletas las que acapararán mayor atención en los próximos meses, dado el gran interés manifestado por el Estado indio respecto de la posibilidad de distribuir dispositivos de lectura entre estudiantes de todo el país. El aparato ganador se llama Aakash, que significa “cielo” en hindi; cuesta apenas 35 dólares y es fabricado por Datawind, una empresa anglo-canadiense fundada por los hermanos Raja y Suneet Singh Tuli, oriundos del Punjab. Más allá de los vaivenes que han caracterizado el proyecto, la tendencia parece irreversible: el Estado indio está dispuesto a masificar tabletas pensadas para el público nativo, lo que resultará en una poderosa plataforma de distribución de contenidos –claro que los modelos de negocio para editores y autores están aún por inventarse. Si la experiencia llega a buen puerto, seguramente será exportada a otros países en desarrollo.

En China también asistimos a transformaciones de largo alcance. El mercado de aplicaciones móviles, búsquedas online, redes sociales y con

Octavio Kulesz

El autor

Octavio Kulesz is an Argentinian digital publisher and philosopher. In 2007 he founded Teseo, one of the first e-book publishing houses in Latin America. He is the author of the report “Digital Publishing in Developing Countries” (commissioned in 2011 by the Prince Claus Fund and the International Alliance of Independent Publishers), and a Unesco expert on the 2005 Convention.