En África, la edición tradicional enfrenta numerosos obstáculos desde hace décadas. Dentro de este contexto, la edición digital representa una oportunidad evidente. Conscientes de estas ventajas, diversas ONGs internacionales ofrecen contenidos gratuitos y experimentan con nuevas formas de distribución. Sin embargo, hasta tanto no se consolide un mercado o ecosistema comercial –en el cual los escritores, editores y libreros encuentren su espacio–, seguirá planteándose el problema de la sostenibilidad de la edición digital local. A fin de analizar mejor las oportunidades y desafíos de la edición digital africana, hemos dialogado con Marc-André Ledoux, emprendedor basado en Senegal y director del sello Nuevas Ediciones Digitales Africanas (NENA, por sus siglas en francés) y de la Librería Digital Africana (LNA).
1) Marc-André, ¿podrías presentar en pocas palabras la historia y los objetivos de NENA?
Nuevas Ediciones Digitales Africanas se posiciona como una empresa social en el área de la edición digital africana. Sin perder de vista la viabilidad económica, que es condición de nuestra sostenibilidad, nuestro objetivo es compilar, distribuir y perennizar el patrimonio cultural africano, bajo la forma de sus obras escritas, que son fruto del imaginario y de la reflexión locales. Nuestra misión es cultural, pero también económica, en tanto somos emprendedores.
Pionera de la edición digital en África, NENA inició sus actividades en 2006, distribuyendo compilaciones en CD-Rom, relacionadas con temas de derecho africano –en ese área hemos desarrollado una buena colección. Se trata de publicaciones hipertextuales complejas y voluminosas (¡una de ellas tiene más de 30.000 páginas!). Con la llegada de las tabletas y de los dispositivos de lectura, NENA rápidamente comenzó a diversificarse y a incorporar obras para un público más amplio, en formato EPUB. De esta forma, en la actualidad nuestro catálogo cuenta con alrededor de 400 títulos, que van desde poesía hasta tratados en ciencias económicas, pasando por novelas sentimentales y ensayos. Un punto en común: salvo algunas excepciones, estos títulos provienen de autores (más de 40) y editores (cerca de 25) africanos, que nos han confiado la edición digital de sus obras.
2) ¿Cómo distribuyen las publicaciones?
La edición no es más que un eslabón de la cadena del libro. Por eso ahora estamos ofreciendo una solución integrada. Así, hemos sumado otros dos espacios: el de la distribución digital (enviamos todos nuestros ebooks publicados o co-publicados a más de 60 plataformas y revendedores en línea); y en particular el de librería digital, en particular a partir del lanzamiento –en 2014– de nuestro propio sitio de comercio electrónico: la Librería Digital Africana (LNA), dedicada al libro local.
LNA es importante pues posee un efecto estructurante sobre el resto del sector editorial africano. En efecto, la librería agrupa a cada vez más actores de la edición local, alrededor de una plataforma común. De esta manera, estamos demostrando la viabilidad de un desarrollo endógeno africano, que no necesita ni de Amazon ni de Apple para hacerse conocer.
3) ¿Cuáles son las fortalezas de NENA/LNA, sobre todo en un contexto de intensa competencia digital a escala global?
Creo que tenemos dos puntos fuertes. En primer lugar, hemos construido una verdadera usina de producción de publicaciones digitales. Nuestra materia prima pueden ser viejos libros impresos, gastados por el tiempo, o bien archivos generados desde cualquier programa de maquetación. También trabajamos con formatos diversos: EPUB, PDF interactivo, HTML e incluso otras variantes que sorprenderán.
Además, tenemos una visión a mediano y largo plazo, en particular porque queremos transformar a LNA en una vidriera cultural africana. El libro digital comprado y descargado en línea o el CD-Rom profesional no son más que las primeras formas de una amplia gama de productos editoriales. Ya hemos anunciado la puesta en marcha de bibliotecas digitales que permitirán a las bibliotecas universitarias africanas ofrecer un acceso gratuito a la documentación de contenidos locales.
4) ¿Cómo fue la recepción del proyectos entre el público africano?
Las primeras reacciones han provenido de los actores de la industria: han oscilado entre la sorpresa y la satisfacción, por ver que esta iniciativa se llevaba adelante en territorio africano. Por otro lado, cada semana nos contactan escritores africanos que desean ser publicados en digital por NENA; y el hecho de que (por el momento) no les propongamos una versión impresa no los asusta. En cuanto a los lectores, la mayoría de los cientos de usuarios que compraron ebooks de NENA en 2014 lo hicieron a través de las librerías digitales que comercializan nuestros títulos.
5) Según tu experiencia, ¿cuáles son las principales oportunidades y desafíos de la era digital en África?
El gran desafío actual es convencer al conjunto de los editores africanos de la importancia de pasar a digital. Existe allí un potencial de varios miles de títulos escritos por autores africanos y africanas. Imaginemos el día en que todos estos títulos estén reunidos en un mismo lugar: un momento en el cual los lectores de todo el planeta amantes de los libros africanos tendrán a dónde dirigirse; así, toda la literatura africana ganará visibilidad, en vez de perderse en la oferta pletórica de los Amazon y iBookStore de este mundo, donde siempre permanecerá minoritaria.
Por otro lado, pasarse a lo digital no significa abandonar lo impreso: por el contrario, considero que es la oportunidad para darle una nueva vida al formato papel, gracias a la impresión bajo demanda. En LNA hemos puesto a punto la infraestructura que la haría posible. Nos alcanzaría por cierto con agregar a los libros digitales la referencia de los libros impresos bajo demanda y, con cada pedido, enviar el PDF con una marca de agua a la imprenta más cercana al domicilio del cliente. Como tenemos el archivo original de los libros digitales que publicamos o co-publicamos, nos resultaría fácil preparar el PDF imprimible, listo para demandas de impresión. Este escenario es posible para Europa y me imagino cómo podría lograrlo, pero dudaría en comenzar a trabajar hasta tanto no haya una solución funcionando en África. El problema es que no conozco ninguna imprenta que disponga de la tecnología para la impresión bajo demanda. Intento atraer la atención de las imprentas en Senegal, pero como la entrega de un país a otro resulta dificultosa, en el largo plazo lo ideal sería establecer una red panafricana de imprentas bajo demanda. Podríamos comenzar en un país determinado. En todo caso, no me veo invirtiendo en imprentas… ¡zapatero a tus zapatos!
El autor
Octavio Kulesz is an Argentinian digital publisher and philosopher. In 2007 he founded Teseo, one of the first e-book publishing houses in Latin America. He is the author of the report “Digital Publishing in Developing Countries” (commissioned in 2011 by the Prince Claus Fund and the International Alliance of Independent Publishers), and a Unesco expert on the 2005 Convention.