Cada eslabón de la industria del e-book experimenta un proceso de intensos cambios, desde las plataformas hasta los dispositivos y los formatos. El EPUB –establecido por el Foro Internacional de Edición Digital (IDPF, por sus siglas en inglés)– es considerado el estándar más prometedor para archivos de e-books. Este formato redimensionable cuenta con grandes ventajas respecto de otros competidores; en particular, es gratuito y de código abierto. A continuación presentamos nuestra conversación con Liz Castro sobre el formato EPUB y otros temas de última actualidad vinculados con los e-books. Liz, con una trayectoria de casi 25 años en el terreno digital, ha publicado más de una decena de libros sobre EPUB, CSS, HTML y Blogger, que constituyen una referencia obligada para cualquier editor o escritor interesado en explorar la era electrónica. Su blog Pigs, Gourds, and Wikis y su cuenta de Twitter (@lizcastro) son seguidos por miles de lectores a nivel mundial.
1. Uno de los obstáculos para la edición digital en lenguas no latinas es que el formato EPUB no siempre funciona adecuadamente. ¿Tuviste experiencia con este tipo de lenguas? ¿El EPUB3 ha mejorado las cosas?
El EPUB3 ahora tiene soporte muy bueno para lenguas asiáticas, como el japonés. Acabo de volver de Japón de la primera conferencia de IDPF en Asia –trataba sobre EPUB3–, y enseñamos varias muestras de e-books no solamente con caracteres japoneses, sino además con escritura vertical, con caracteres ruby, tate-chu-yoko, kenten y otras partes esenciales de la tipografía japonesa. Se ha mejorado hasta el punto en que Rakuten/Kobo ofrecerá todos los libros en japonés en formato EPUB3.
2. ¿Cómo te parece que evolucionarán los estándares en el mundo del e-book, dada la presión de Amazon por imponer su propio formato –el MOBI–, los esfuerzos del IDPF y de la mayoría de las editoriales por estandarizar el EPUB, o los intentos de supervivencia del PDF?
Creo que las prestaciones nuevas de EPUB3 –y en particular su soporte para lenguas no latinas– puede ser la clave para imponer el formato y acabar definitivamente con MOBI. Amazon mismo ya está sustituyendo MOBI por KF8, un formato tan similar a EPUB3 que podría considerarse algo así como su versión propietaria (combina los mismos HTML5 y CSS3). Amazon ya acepta archivos EPUB3 en su sistema y los convierte automáticamente. Evidentemente, Amazon quiere mantener su propio formato pero será interesante ver si las editoriales están dispuestas a permitirlo. También se ha visto con la maquetación fija –que ya es parte estándar de EPUB3– que los grandes fabricantes de e-readers están apoyando el nuevo estándar. Las editoriales no tienen el tiempo ni los recursos económicos para hacer múltiples versiones de un libro para cada lector. Que un estándar se establezca permite a las editoriales crear un solo archivo para todos los lectores, y así tener tiempo para aumentar la calidad y cantidad de libros ofrecidos.
3. InDesign constituye un software fundamental para la maquetación de libros en papel y en digital. Sin embargo, para la pura edición de libros electrónicos, ¿no convendría partir de otras herramientas (incluso más simples), sin tener que intermediar con InDesign?
InDesign, como explicas, es un programa potente pero complicado y caro. Dado que la gran mayoría de las editoriales en Estados Unidos, Europa y Japón lo utiliza para la compaginación de libros impresos, es una opción natural para la creación de libros electrónicos. Además, con cada nueva versión, realiza este trabajo cada vez mejor. Pero en los casos en que no se utiliza para los impresos y no se conoce ni se ha comprado con anterioridad, sus ventajas disminuyen considerablemente. Para la creación de libros puramente electrónicos, todavía no hay herramientas gráficas muy buenas, pero no creo que tarden mucho en llegar. Sin embargo, es cierto que se necesitan herramientas de bajo coste para crear libros electrónicos sin tener que tocar el código de EPUB que se encuentra detrás.
4. En estos años has viajado por muchos países. ¿Cómo ves la evolución del e-book en el mundo?
Veo que todo el mundo reconoce la utilidad de poder leer en dispositivos electrónicos. Creo que el precio de los dispositivos es clave para su adopción. En EEUU, no bajaron el precio del Kindle hasta que salió el iPad –una competencia auténtica. En pocos meses, fue de $400 hasta menos de $100. Eso está a punto de pasar en Japón ahora, con la salida del lector Kobo por menos de $100 y con la presentación del soporte para escritura vertical. En Argentina, donde estuve en abril, creo que la falta de un e-reader asequible es una de las cosas que está frenando el mercado de libros electrónicos. Hay mucha gente que lee allí, pero ¿quién quiere comprar un e-reader por 300 dólares? Entonces las editoriales, que suelen ser más conservadoras –y que además se hallan en una situación delicada debido a la crisis mundial–, tienen miedo de invertir dinero en hacer las conversiones necesarias, lo cual deriva en una falta de contenido. Todo es un círculo. Pero veo que ya comienza a rodar.
5. ¿Qué consejos les darías a los editores de países en desarrollo que buscan experimentar con digital?
Creo que hay que tener en cuenta los dispositivos móviles que la gente ya tiene en su mano o sobre sus escritorios. Se puede leer EPUB gratuitamente en un ordenador, o en muchos teléfonos móviles existentes. Con esto ya se puede comenzar. Luego, aconsejaría que hicieran relaciones directas con los clientes lectores, que sean receptivos a sus necesidades y que no los traten como piratas. Si las editoriales hacen que resulte más cómodo y más fácil comprar un libro que piratearlo –con la consiguiente pérdida de tiempo y las preocupaciones que esto último implica para el usuario–, la gente se comportará correctamente. Estoy convencida. Y actúo sobre esta convicción: vendo todos mis libros sin protección DRM y continúan vendiéndose tanto en países donde se dice que todo el mundo es pirata como en los que no. También creo que es buena idea continuar creando libros en papel y en digital a la vez. Pueden ser formatos complementarios, no tienen que ser exclusivos. Y estos días en que mucha gente todavía no está acostumbrada a leer en formato digital, el papel sigue siendo necesario para que el libro llegue al público.
El autor
Octavio Kulesz is an Argentinian digital publisher and philosopher. In 2007 he founded Teseo, one of the first e-book publishing houses in Latin America. He is the author of the report “Digital Publishing in Developing Countries” (commissioned in 2011 by the Prince Claus Fund and the International Alliance of Independent Publishers), and a Unesco expert on the 2005 Convention.