Distribución de e-books para bibliotecas públicas y universitarias

03/03/2015 / Lab Administrator

Como resultado de una conversación con un editor chileno miembro de la Alianza, hemos elaborado esta pequeña ficha práctica sobre distribución de libros electrónicos para bibliotecas públicas y universitarias. ¡Esperamos que les resulte de utilidad!

1. Existen varios distribuidores de libros digitales para bibliotecas públicas y universitarias, como también varios modelos de autorizaciones de uso. ¿Hay recomendaciones al respecto desde el laboratorio? ¿Existen modelos de licencia tipo para que no quede en la ambigüedad el tipo de venta a la cual se autoriza? Ejemplos: venta con derecho de acceso a un usuario o usuarios ilimitados, con extensión definida en el tiempo o ilimitada, con acceso desde una red determinada o desde cualquier parte, etc. Estas dudas se vinculan a cómo podríamos llegar a un acuerdo justo con bibliotecarios, que permitan a la vez conservar los libros en el tiempo, dar acceso a ello, y a hacer sustentable la economía editorial.

Efectivamente, existe una gran variedad de distribuidores, así como de modelos de contrato. En cualquier caso, hay que prestar atención a elementos tales como:

  1. Duración del contrato.

  2. Modelo de negocio y precio de venta de los ebooks.

  3. Cantidad de usuarios que leerán los ebooks simultáneamente.

Para a), conviene asegurarse de que el período sea como mínimo de 2 años y como máximo de 4 o 5 años (renovables automáticamente luego de la expiración). Esto último permitirá frenar la distribución si el agregador (=distribuidor) no se muestra eficiente. Sin embargo, los ebooks ya vendidos quedarán en las bibliotecas que los adquirieron. Generalmente, los acuerdos exigen un uso a perpetuidad, para los ebooks vendidos bajo modelo de copia (ver infra).

En cuanto a b), existen dos grandes modelos de distribución en bibliotecas:

  • Venta de copias.

  • Suscripción (o abono).

La venta de copias respeta el precio establecido por el editor (luego el agregador se quedará con su propio porcentaje). Resulta importante observar que en general las bibliotecas exigen que la obra sea guardada en una tercera plataforma a perpetuidad (para garantizar el uso de la obra adquirida, incluso si el agregador y/o el editor quiebran).

Aquí interviene la cuestión del número de usuarios (elemento c): la lectura puede estar autorizada para un solo usuario al mismo tiempo (modelo SUPO) o varios usuarios simultáneos (MUPO). Los precios, por supuesto, deberían cambiar según cada opción. No existe una fórmula universal para establecer cada precio (esto depende de las bibliotecas clientes, del tipo de libro, etc.), pero el agregador podrá ofrecer un buen consejo para cada caso. El agregador debe también garantizar la seguridad de los archivos.

La suscripción (o abono) es otro modelo muy utilizado, inclusive por fuera del ámbito de las bibliotecas (ver por ejemplo Kindle Unlimited, Oyster, etc.). El agregador determina un precio para cada colección y luego paga un porcentaje a los editores según la utilización efectiva de cada libro realizada por las bibliotecas. Este modelo es generalmente lucrativo para el agregador, pero no lo es tanto para el editor. Sin embargo, el modelo de suscripción puede servir para darle alguna salida a los títulos de venta más lenta.

cc Phil Manker, “Harvard HGSE Computer Tables”, Flickr.

2. ¿Recomiendan trabajar con un operador que distribuya a los diferentes portales o establecer acuerdos directos con Amazon y cada uno de ellos? No sería recomendable aunar un máximo de editoriales independientes para hablar en conjunto con uno o varios distribuidores con capacidad de negociación?

Esto depende de varios factores (por ejemplo, del tipo de obra, del idioma, de los esfuerzos de promoción que el editor está dispuesto a realizar, etc.). No existe un agregador que pueda resolver todos los problemas. De hecho, en algunas ocasiones conviene seguir un camino “híbrido”.

Ventajas y desventajas:

  • Agregador: el editor puede mantener un vínculo directo con éste, encarar iniciativas de promoción personalizada (para las bibliotecas, para los lectores individuales), definir los medios de pago más convenientes, etc. No obstante, trabajar con un único agregador puede resultar arriesgado (a veces ocurre que el agregador simplemente desaparece, no paga, etc.); y por supuesto, el porcentaje destinado al editor que trabaja con un agregador es menor que si trabajara directamente con Amazon o con las bibliotecas. Por otro lado, está la cuestión de los idiomas: un distribuidor francófono (con sede en París, por ejemplo), puede constituir la mejor opción para un editor de Togo, pero no tanto para un editor boliviano; así, si se lleva adelante un proyecto de agregación de catálogos, habría que hacerlo por redes lingüísticas (pero incluso en este caso, habría que estudiar qué tipo de libros el agregador involucrado prefiere distribuir: ¿académico? ¿infantil? ¿novelas? etc.)

  • Venta directa a las plataformas o a las bibliotecas: en este caso, el editor gana un porcentaje más grande, al tiempo que puede acceder a informaciones en tiempo real, etc. Pero no siempre es simple recibir los pagos si se reside fuera de EEUU o de Europa.

3. Hay distribuidores que venden los libros y pagan en relación a ello y otros que venden acceso a páginas y pagan según cuánto uno accede a esas páginas, como si fuera una base de datos (sistema que no me gusta pero al cual quizás hay que entrar en este tiempo digital). ¿Hay estudios al respecto para ver qué caminos convienen seguir?

La cuestión del modelo de suscripción se reitera en otras industrias (música, cine) y el problema es siempre el mismo: las plataformas ganan mucho, pero los productores ganan mucho menos. Cf. http://www.bbc.com/news/business-25450130

4. ¿Se ha debatido en el ámbito de la edición independiente sobre qué precio fijar a los libros digitales en relación al libro impreso?

En este punto no existe una fórmula simple. Esto depende de la obra, de la dificultad de la producción del ebook, del mercado potencial, etc.

El affaire Amazon vs. Apple parece indicar que los ebooks cuyo precio supera los US$ 10 venden bastante menos que aquellos cuyo precio se halla por debajo de los US$ 9.99. ¡Esto ameritaría un seminario completo! Pero sea como fuere, podemos analizar casos concretos de ebooks que venden bien o no tan bien, para evaluar si se trata de una cuestión de precio.

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